Mi primera bici de carreras era de color azul metalizado, con platos y bielas de aluminio, preciosa. En aquel entonces, estaba empezando a salir con la Peña Ciclista, y tenía toda la ilusión del mundo con este nuevo deporte. Cometí el error de llevármela al instituto, la dejé bien atada dentro del recinto, pero rompieron el candado y me la robaron. Un disgusto.
Nunca volvió a aparecer. Pero si lo hubiera hecho, habría sido complicado por no decir imposible demostrar que la bici era mía.
Hace unos días ví que mi marca favorita de bicis, Colnago, histórico fabricante italiano, estaba utilizando la tecnología blockchain precisamente para demostrar la propiedad de la bicicleta en caso de robo.
Fantástica aplicación de la tecnología en el deporte que me apasiona y con una marca de bicis de altísimo valor.
Aquí están los detalles: